martes, febrero 21, 2006

Se hace camino al andar

A mis inquietudes racionales sobre la existencia de Dios un amigo, desconocido de momento, me ha escrito:

“Racionalmente hemos de concluir que Alguien inteligentísimo hizo este mundo. Basta con acercarse a la naturaleza. ¿Quién hace posible la armonía del universo? ¿Por qué una planta "sabe" cuándo tiene que florecer?...

Es racional admitir la existencia de Dios.”

Bien. Son las argumentos de San Agustín, creo ( ¿o son de Santo Tomas de Aquino?. No me acuerdo ). Ellos justifican la existencia de Dios, no la demuestran.

Pero, no olvidemos que nosotros sabemos que la planta “sabe”, porque hemos utilizado toda nuestra mente -razón, corazón, voluntad (la parte física correspondiente no me atrevo a escribirla)- para llegar a esta conclusión.

Por otra parte, ¿porqué personaliza, o lo que es lo mismo, andromorfiza mi amigo la idea del Ser?

Pone acción, movimiento, vida en un concepto que es la causa y no el efecto de la Creación. El movimiento es finito y ello es infinito, permanente. Es un misterio y debe permanecer siéndolo hasta que la mente del hombre lo comprenda, o por lo menos intuya una solución lógica.

Por otra parte la armonía del universo es una falacia si se entiende como paz. Si se entiende como orden, se autorregula por unas leyes que según parece existen y que hacen que este mundo este en continua lucha, como se observa si se acerca uno a la Naturaleza. Y decir que estas leyes son inmutables es marcarse un farol impresionante, dado que hoy sabemos que la vida, y con ella las leyes que nosotros creemos que las gobiernan son movimiento y por lo tanto cambio.

El santo que antes he citado decía:

“Para el que quiere creer, mil argumentos tengo; para el que no quiera creer, no tengo ninguno”

Esto es un hecho. Creer es un acto de fe. Y allá cada cual con la postura que haya adoptado. Pero entiendo que circunscribir el problema de la existencia del Ser solo a la esfera íntima y personal a lo más, extendida al ámbito correligionario, empobrece al individuo o más bien lo reduce, y que deberíamos hacer más lo que Jesús dijo a sus discípulos :

“Cuando os reunáis en mi nombre para hablar de mí, yo estaré entre vosotros”

Dijo: de mí, no de la idea que tengáis de mi. GRACIAS CAMINANTE

viernes, febrero 17, 2006

¡OH! PERDIDO "LENGUAJE DE LOS PÁJAROS"

Una compañera en los blogs me ha ofrecido hace poco una bella metáfora.

OIR LOS SILENCIOS GUARDADOS EN EL CORAZON DE LAS PALABRAS

Es cierto que las palabras quieren decir algo que generalmente está guardado en el "corazón" de las mismas. Lo malo es que eso que quieren decir, a veces, no suele ser lo mismo para todos. El subsodicho corazón es diferente para cada persona. ¿No os ha sucedido que una determinada frase tiene distinto significado para vosotros que para el ó los amigos que con vosotros la han escuchado?.

Hay un montón de gente, que ha adoptado el rol de "racional", que me diría que use para expresarme el significado de las palabras instituido por la Academia de la Lengua. Es cierto, pero a estas alturas de la civilización, es necesario ser una verdadero erudito para dominar el "corazón" oficial de las palabras, con el agravante que supone que una palabra tenga distintos significados, según el contexto por el que se desliza el escritor, así que lo que suele pasar cuando se intenta hacerlo así es que, como en todas las artes y oficios, se pierde la inspiración, la oportunidad de expresarse queda abortada y la necesidad de expresión, reprimida.

Por lo tanto la idea que ofrece esta bella metáfora creo yo que va mas bien dirigida al mundo interno. Lo que se quiere decir cuando se dice algo, en muchas ocasiones no es lo que se dice; es difícil para el observador llegar a ese corazón que es diferente según la persona que usa esa palabra. Hace falta tiempo para que los silencios se evidencien. Es normal que no se consiga. Pero yo creo que no es imposible. PROBEMOS AQUILÁRIA.

jueves, febrero 16, 2006

LENGUA Y CLARIDAD

El lenguaje es una herramienta muy potente en manos del hombre que por desgracia olvidó el llamado "lenguaje de los pájaros". Bien usado es capaz de influir en la mente de un hombre en un sentido o en otro y todo ello con independencia de tu postura personal al respecto. Puedes exponer tanto la mentira más abyecta como la verdad mas reveladora con el mismo grado de luminosidad verbal. Pone en manos del hombre la posibilidad de exponer y encadenar una serie abundante de postulados que aunque si los diseccionasemos uno a uno no se sostendrian de pie, al formularlos en conjunto, digamos que se sostienen unos a otros creando una "verdad" aparente allí donde solo hay vanidad (de vacio). Por eso entiendo yo que las reflexiones, cuando mas profundas son, con menos palabras se dicen. Además te evitan plasmar en el otro la sensación de pesantez que supone oir una vez más conceptos e ideas que ya ha oido hasta la saciedad, y dan la posibilidad de que el otro haga sus deberes por sí solo, que es de lo que se trata. Ya lo decia mi padre: "lo bueno, si poco, dos veces bueno"